La mayoría de los colchones en el mercado hoy están hechos de productos petroquímicos, materiales sintéticos y aditivos químicos. Sí, asi es, están hechos de todos esos nombres que son difíciles de pronunciar y que en realidad encontramos en pesticidas e insecticidas como los mata cucarachas.

Puedes pensar que nuestros cuerpos no notan la diferencia, pero ese olor "nuevo" que viene con tu colchón está liberando toneladas de sustancias químicas en el aire que respiras y esas sustancias químicas venenosas como los retardantes de llama pueden pasar a través de las fundas de los colchones.

La ley federal exige que todos los colchones contengan materiales ignífugos (porque algunas personas se quedan dormidas mientras fuman) y la forma más común de fabricar colchones ignífugos es empaparlos con productos químicos tóxicos que pueden causar problemas pulmonares y cardíacos, irritaciones de la piel y otros problemas.

A continuación estan algunos de los químicos tóxicos que se pueden encontrar en los colchones de espuma de memoria convencionales:

Antimonio - También lo encuentras en vinilo y botellas de plástico PET, se aplica dentro de la tela del colchón como retardante de fuego.
Ácido Bórico -También añadido al tejido interior del colchon, es malo para los ojos, los pulmones, y causa irritación.
Vinilo - Se utiliza para hacer colchones impermeables, contiene ftalatos y metales pesados.
Espuma de poliuretano - otro plástico utilizado en la estructura interna que se quema fácilmente y requiere retardantes de fuego.
El formaldehído - Comúnmente utilizado como fungicida industrial, germicida, y como conservante en morgues sirve como un adhesivo y provoca alergias, asma y cáncer.

Así como hay verduras y futas orgánicas libres de productos químicos nocivos y pesticidas, hay colchones que califican como orgánicos. Puesto que pasamos un tercio de nuestra vida en la cama, una mejor opción es un colchón fabricado con materiales naturales como lana, látex, algodón orgánico, bambú y / o fibras de coco.

La lana es un retardante de llama natural, resiste a las bacterias, moho y hongos.
El látex natural es sostenible y libre de los productos químicos antes mencionados, además de que es antimicrobiano y resiste a la invacion de ácaros.
El algodón orgánico controla la humedad, proporciona aislamiento y comodidad.
El bambú es naturalmente hipoalergénico y ayuda a absorber la humedad.

Si está buscando un nuevo colchón, a continuación encontrará una lista de marcas de colchones orgánicos:

SAVVY REST
Colchones orgánicos hechos con capas de espuma de látex natural, algodón orgánico, lana orgánica certificada en una amplia gama de combinaciones personalizadas.
OMI
Colchones y sabanas de cama orgánicos de lujo, producidos a mano en Estados Unidos con las materias primas sostenibles de la más alta calidad.
ROYAL PEDIC
Colchones de lujo hechos con los mejores materiales naturales de todo el mundo, desde algodón prístino, hasta látex natural procedente de plantaciones sostenibles,y la comodidad exquisita de la lana de cordero natural.
AVOCADO
Una de las marcas más populares de colchones naturales asequibles en el mercado hecha con algodón 100% orgánico certificado GOTS y lana, látex 100% natural.

COCO MAT
La fibra de coco proporciona un soporte adecuado para el peso del cuerpo, mientras que las capas más elásticas de látex natural siguen la forma del cuerpo.
AWARA
Hecho con una capa de látex Dunlop certificado por Rainforest Alliance junto con resortes helicoidales premium que se ajustan a las curvas únicas de tu cuerpo y fibra de lana 100% orgánica de Nueva Zelanda.
SAATVA
Hecho a mano con materiales de la más alta calidad, incluido algodón orgánico antimicrobiano, espumas certificadas por CertiPUR-EE. UU. Y componentes ecológicos y todos los colchones vienen con una prueba en el hogar de 120 noches.
BIRCH
Esta marca con sede en Nueva York está certificada por OEKO-TEX y Rainforest Alliance y está hecha con materiales orgánicos, naturales, hipoalergénicos y antimicrobianos, que incluyen una cubierta de algodón natural, lana higroscópica y látex sostenible.

Es tu colchón tóxico?